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Lunes 8 de Enero de 2024

La reumatóloga María Rosa Colazo Burlato se incorpora al Hospital San Juan de Dios de Burgos

La doctora trabaja como médica adjunta al Servicio de Reumatología del Hospital Universitario de Burgos (HUBU) • “Están las enfermedades degenerativas como la artrosis, pero las inflamatorias como el lupus, la artritis reumatoide, la espondilitis anquilosante o la esclerodermia son muy invalidantes y, al ser sistémicas, afectan no sólo a la calidad de vida sino también a la supervivencia”, según precisa.
La reumatóloga María Rosa Colazo Burlato se incorpora al Hospital San Juan de Dios de Burgos

La doctora María Colazo Burlato (Buenos Aires, 1974), especialista en Reumatología, se acaba de incorporar al cuadro médico del Hospital San Juan de Dios de Burgos.

Colazo Burlato es licenciada en Medicina y Cirugía por la Universidad del Salvador, donde se graduó hace 25 años, y especialista en Medicina Interna por la Sociedad de Medicina Interna de Buenos Aires (Asociación Médica Argentina) tras realizar la formación MIR Clínica Bazterrica.

En 2002, una vez aterrizada en España, recaló en el Hospital Clínico Universitario de Zaragoza para cursar el MIR en Reumatología que, en sus propias palabras, “no deja de ser una subespecialidad de la Medicina Interna que se encarga del diagnóstico y el tratamiento de las patologías médicas el aparato locomotor”.

Ya en 2008 llegó al Hospital Universitario de Burgos (HUBU), donde trabaja actualmente como médica adjunta al Servicio de Reumatología. En este centro, como ahora en San Juan de Dios, se ocupa y preocupa de una rama de la medicina con cerca de 250 patologías reumáticas y musculoesqueléticas listadas entre las que destacan diversas formas de artritis, las enfermedades autoinmunes sistémicas, las patologías degenerativas del aparato locomotor, la osteoporosis y las artritis de la infancia.

Se caracterizan por afectar a la capacidad funcional y a la calidad de vida de quienes las padecen. Por ello, son la principal causa de baja laboral y jubilación anticipada, lo que supone un elevado coste para la seguridad social.

No en vano, están detrás del 24% de las discapacidades temporales y la mitad de las discapacidades permanentes, según la Sociedad Española de Reumatología (SER). Estas patologías afectan a una cuarta parte de la población europea, lo que se traduce en 120 millones de personas, 12 en España.

“El impacto en la calidad de vida de los pacientes es altísimo”, asegura la doctora Colazo Burlato, poniendo el acento en aquellas que tienen una “morbimortalidad significativa”.

Y es que se trata de patologías crónicas de naturaleza autoinmune y origen desconocido que, aunque se caracterizan por una inflamación de las articulaciones, pueden afectar a otros órganos: “Aquí entra en juego la multidisciplinariedad para poder promover una atención lo más integral posible”, explica en relación a la importancia de mantener una comunicación fluida con otras especialidades relacionadas”.

Un diagnóstico precoz que marca la diferencia

“La detección precoz de la enfermedad es clave para evitar secuelas”, defiende la especialista, que es miembro de la SER y de la Sociedad Castellano-Leonesa de Reumatología (SOCALRE). Y es que, según argumenta, un diagnóstico temprano marca la diferencia porque, desafortunadamente, las patologías articulares inflamatorias no siempre debutan con unos signos y síntomas claros.

Una exploración especializada es clave para actuar en consecuencia. La inflamación, que afecta a personas entre los 30 y 50 años en patologías como la artritis, es mucho más agresiva que una degeneración articular como puede ser la artrosis

“Una exploración especializada es clave para actuar en consecuencia. La inflamación, que afecta a personas entre los 30 y 50 años en patologías como la artritis, es mucho más agresiva que una degeneración articular como puede ser la artrosis”, según advierte.

Los nuevos medicamentos biológicos, que actúan sobre el sistema inmunitario, han supuesto una revolución en el tratamiento de las enfermedades reumáticas. “El arsenal terapéutico que ha ido apareciendo en los últimos años, y que sigue evolucionando, ha cambiado drásticamente la vida de los pacientes”, celebra una especialista implicada en el Biobadaser.

Se trata de un registro que recoge información sobre todos los acontecimientos adversos relevantes que presentan los pacientes que inician un tratamiento con las llamadas terapias dirigidas (biológicas, biosimilares, y compuestos sintéticos con diana identificable). “Su objetivo es conocer bien la seguridad de estos medicamentos a largo plazo”, indica.

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